Con los costureros cerrados por el covid, seguimos apostando por José María y su equipo, que superando todas las dificultades, tienen un compromiso y una creatividad impresionantes para buscar la mejor salida a la ropa y multiplicar su efecto en las personas.
Ahora con la pandemia, Paraguay es un país más empobrecido. Casi 1 de cada 3 paraguayo vive en situación de pobreza. Como dicen allá, los ingresos mensuales no llegan para cubrir el coste de una canasta mínima de consumo alimentario. Así se entiende como José María y las comunidades han abierto durante el 2020, 28 comedores. Ánimo con vuestro trabajo y compromiso. Pero no sólo están en los comedores, desde el colegio, su motor para seguir trabajando es educar, formar, capacitar, como salida a la pobreza. Aplaudimos el magnífico trabajo solidario, comunitario, educativo y comprometido que se hace desde la Parroquia Ntra. Sra. de la Candelaria y del Colegio del mismo nombre, desde la cooperativa, la radio, el comedor, los comederos, el apoyo en las comunidades, en los asentamientos…
El equipo del ropero ya está haciendo cajas para un nuevo contenedor. Creemos que tenemos que seguir construyendo ese puente que permita repartir un poquito de riqueza y generar dinámicas creadoras de trabajo, ilusión y futuro.
Ha viajado a Capiatá nuestra solidaridad y las reflexiones junto con toneladas de ropas, miles de libros, material escolar, libros de medicina y enfermería, material médico, máquinas de coser, material de costura, alguna bicicleta, sillas de ruedas, pañales de ancianos, bastones, muletas y en alguna ocasión, medicinas, para sus vecinos de Villarica.
Desde Salamanca, el equipo del ropero os enviamos un saludo y nuestra solidaridad, la asociación Puente Vida la cobertura legal y el apoyo técnico, unas decenas de personas han hecho cajas, una a una, pensando en vosotros. Los chicos de Santiago Uno y de Chamberí dejando a un lado situaciones personales, han sabido ser solidarios, los scouts, las abuelas, el grupo de familias de Puente…
Y siempre apoyados en nuestra manera de ver la vida: todas las religiones valen, todas las edades, todos los colores, todos los continentes, todas las situaciones. Posiblemente, tengamos mucho que agradecer a Capiatá, porque ha hecho Salamanca más grande, porque nos ha concienciado con otros países, personas y situaciones y porque nos ha empujado a comprometernos por un mundo más justo y más humano.